miércoles, 2 de diciembre de 2015

Por mucho.

Tú te me quedas.
Por muchos que sean los meses, y los días, y las horas.
Por muchas que sean las no sonrisas, los no saludos, las no palabras.
Por mucho que sea otoño, y haga frío, y mis huesos no te quieran.

Aunque todo esté bien y en su sitio,
como antes de la nada que trajiste de la mano.

Aunque las hojas caigan, y caigan los días,
y con ellos tu ausencia.

Tú te me quedas.
Ahí, en la espalda,
donde no puedo verte
pero todavía me pesas.

Ahí, con tus ojos,
siempre pendientes,
con el alma tan ciega.





Nar

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